
Amados Hermanos:
Nos complace profundamente presentarles este valioso documento, que registra lo más fidedignamente posible el trabajo realizado por la asociación durante el año convencional.
Algunos rechazan radicalmente los números, considerando que no son compatibles con la espiritualidad o que generan orgullo. Aunque ese es un peligro real, la Biblia nos enseña que las estadísticas cumplen un rol fundamental dentro del plan divino, por lo que incluso tenemos un libro en el canon titulado Números. Cuando leemos que Jesús alimentó a cinco mil personas con cinco panes y dos peces, o que en el día de Pentecostés se convirtieron tres mil personas, no podemos hacer otra cosa que glorificar a Dios por Sus maravillas.
Ese es el sentir que debe guiarnos a apreciar nuestra Memoria Anual. Deseamos ver -sin exageraciones, falsificaciones o falsa modestia- cómo Dios ha obrado entre nosotros y cómo ha usado la sinergia de la Asociación para el progreso de Su Reino. También constituye un llamado de alerta cuando las cifras reflejan que no estamos creciendo como debiéramos o si vamos en retroceso.
Los números de este año, que ha sido particularmente difícil en muchos aspectos, son motivos de gran gozo y alabanza a nuestro Dios. Quizás el elemento más significativo fue el crecimiento que experimentamos en el número de bautismos, donde se verificó un aumento considerable, casi el doble del año anterior. Este dato es aún más relevante si se tiene en cuenta la triste y preocupante realidad de que 165 iglesias no enviaron su informe, cuando el año anterior solo fueron 40 iglesias. Es necesario reconocer que este año el ejecutivo no fue tan insistente en recabar la información como lo fue en el anterior y esto explica el porqué de una diferencia tan drástica de un año a otro. Sin lugar a dudas, es algo que debemos mejorar para el próximo período convencional (una lección que nos dejan los números).
Otro motivo de gratitud al que nos estimulan las actuales cifras emana del acápite de las ofrendas. En un año de una economía tan precaria y donde los hermanos han sufrido serias carencias materiales, el amor al Señor y a la Obra se ha hecho patente en las contribuciones a la Convención (más del doble que el año anterior), así como en las ayudas generosas para la iglesia “El Calvario” y para los damnificados por el huracán Ian.
Por todas estas razones, levantamos este documento con deleite, como otrora hiciera el profeta Samuel con la famosa piedra, y junto a él proclamamos: ¡Ebenezer! ¡Hasta aquí nos ayudó el Señor! Amén.
Vuestro, en el amor de Cristo,
Dr.Bárbaro Abel Marrero Castellanos.
PRESIDENTE
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Este PDF es el documento completo de la Memoria Anual 2022.
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