
El pasado viernes 11, tuvimos la alegría de inaugurar el nuevo local de reunión de la Iglesia Bautista “Ebenezer”, ubicada en el central Caracas, en Santa Isabel de las Lajas. Cienfuegos.
Con sencillez, pero con amor y entusiasmo desbordantes, esa pequeña congregación acometió la renovación de una vetusta casa, a punto de colapsar. Representaba un serio peligro reunirse en tan precarias condiciones, por lo que un reducido grupo de hermanos fieles (mayoritariamente hermanas), con escasos recursos, pero con una inmensa fe, visionaria y emprendedora, decidieron iniciar una tarea que parecía imposible, dadas las circunstancias. Los inspiraba la gran verdad que hoy exhiben como lema en la pared de la plataforma: “Al que cree, todo le es posible” (Mr.9:23).
La metamorfosis que se verificó en aquel lugar viene a ser un símbolo elocuente de la experiencia cristiana. Nuestras vidas antes de conocer al Señor se parecían a esa casa desgastada, manchada, en franco declive; pero un día, cuando depositamos nuestra fe en Cristo, el Carpintero de Nazaret comenzó una obra de transformación en nosotros que aún está en proceso, haciéndonos significativamente mejores de lo que antes fuimos.
El culto de inauguración fue muy sentido, con representación de nuestras amadas iglesias de Santa Isabel de las Lajas y de Cruces. También, además de los cristianos de Caracas, nos acompañaron numerosas visitas y simpatizantes de la comunidad. Ellos fueron los invitados especiales, porque la iglesia existe para ellos, para alcanzar al perdido con el glorioso Evangelio de Cristo.








El ambiente natural no podía ser más apropiado para la ocasión: el césped verde, recientemente cortado, la luna (casi llena) adornando el escenario, un clima ideal e incluso una planta totalmente florecida en la entrada, que expedía una fragancia suave y deleitante. La creación misma festejó con nosotros la nueva casa de oración en el central Caracas. Sin dudas, el Señor nos regaló una noche singular. Fue un día de fiesta para nuestra Convención.
“Te alaben los pueblos, oh Dios; todos los pueblos te alaben”
Salmo 67:3, 5
Dr. Bárbaro Abel Marrero Castellanos
Presidente ACBOC
