La Libertad Religiosa

Toda persona es libre debajo de Dios en todo asunto de conciencia, y tiene el derecho de abrazar o rechazar una religión y de dar testimonio de sus creencias religiosas, siempre con el debido respeto por los derechos de otras personas.

La concreción de este principio en la historia es un logro de los bautistas y tal vez su contribución más grande a la humanidad y la religión.

C.L. Neal afirmó: «La libertad religiosa es un don de los bautistas al mundo«.


Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza, y le dotó del derecho inalienable a la libertad, del cual nadie lo debe privar. De ahí que no es prerrogativa de ningún estado el asumir como oficial una religión o doctrina y perseguir o rechazar a otros por pensar diferente. Todas las formas de culto, religiones o creencias tienen el derecho de existir libremente. "Iguales derechos a todos, y privilegios especiales a ninguno".

Este principio incluye:

  1. La libertad de culto ( adorar a Dios según cada uno lo estime pertinente);
  2. la libertad de conciencia (hacer lo que cada cual entiende que es correcto o incorrecto en materia religiosa;
  3. y la libertad para propagar nuestros principios cristianos.

Muchos bautistas durante la historia dieron sus vidas por respaldar la libertad religiosa.

Defenderla implica que reclamamos nuestro derecho divino a la libertad y respetamos y concedemos a otros ese derecho.

Tomás Helwys, fundador de la primera iglesia «Bautista» en Inglaterra, corrió el riesgo de la libertad y perdió su vida a causa de su denuedo. Él afirmó: «El rey no puede ser juez entre el hombre y Dios… y no debe perseguir a nadie… ni a los herejes, ni a los turcos, ni a los judíos».

El Pastor George W. Truett expresó: » … es la postura consistente, insistente y persistente de nuestro pueblo Bautista, siempre y en todas partes, que la religión siempre ha de ser voluntaria y no coaccionada…Dios desea adoradores libres».

Debemos tener mucho cuidado de inferir de este principio que aceptamos toda creencia como válida para la salvación, o que es lo mismo creer que no creer.

AFIRMAMOS SIN LA MÁS MÍNIMA DUDA QUE FUERA DE CRISTO NO HAY SALVACIÓN.

» Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí».

Juan 14:6

Digamos con Cervantes a los «Sanchos» contemporáneos:

«La libertad, Sancho, es uno de los dones más preciosos dados al hombre por Dios; ni los tesoros que tiene el mundo, ni los del mar, se comparan a ella. Por la libertad, como por la dignidad, uno puede y debe arriesgar la vida».

Deja un comentario

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s