La Separación entre la Iglesia y el Estado

La iglesia y el estado son ordenados por Dios y responsables ante ÉL. Ambos deben permanecer separados, pero ambos están bajo la obligación de un reconocimiento y apoyo mutuo, en tanto y en cuanto cada uno procura cumplir su función divina.

El principio se enuncia de manera magistral en la respuesta de Jesús a los líderes religiosos que lo tentaron en Jerusalén preguntándole si debían pagar tributo a César o no.
Observemos la genialidad de sus palabras: » Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios» ( Mateo 22:21).

Aquí vemos el reconocimiento de la legitimidad de las dos esferas y la responsabilidad que tiene el ser humano para con ambas.

La separación significa que la iglesia y el estado tienen distintas funciones y que cada uno debe operar en su propia esfera sin interferencia o coerción del otro.

Este enunciado rechaza:

  1. Que la iglesia y el estado son antagónicos.
  2. Que la iglesia debe dominar y dirigir al estado.
  3. Que el estado debe dominar y dirigir a la Iglesia. En realidad la separación busca tanto el bienestar de la iglesia como el del Estado.

El principio también implica:

  1. Que el estado no practicará una discriminación para favorecer a una iglesia y frenar a otra.
  2. Que no debe haber impuestos públicos para el sostenimiento de una iglesia.
  3. Que no es prerrogativa de iglesia alguna el ejercer la instrucción religiosa en las escuelas públicas.

César ( el Estado) tiene una autoridad legítima que debemos acatar; pero recordando siempre que es una autoridad limitada por la de Dios.

» Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijieron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres».

Hechos 5:29

LA LEALTAD SUPREMA ES A CRISTO.

Todo cristiano debe orar por las autoridades de su país.

» para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad»

1Timoteo 2:2

Este principio no implica que un cristiano como ciudadano y ser social, no pueda participar en la vida política de su país. Entendemos que no es función de la iglesia como tal, pero un cristiano puede servir a su nación y ser de bendición si tiene esta vocación. Su actividad la desempeñará no en virtud de ser miembro de la iglesia y representándola, sino como ciudadano de la nación.

Deja un comentario

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s