
Autor: Pbro. Rolando Muñiz-Bueno Díaz
Vivimos en tiempos donde la familia está amenazada por muchos factores, y como padres de familia tenemos la gran responsabilidad de defenderla poniendo en ella todo nuestro empeño, entendiendo que después de nuestra relación con Dios esta es nuestra mayor responsabilidad.
Entre las muchas enseñanzas del libro de Job encontramos detalles que nos permiten considerar a Job un gran defensor de su familia.
Podemos decir que Job era un gran defensor de su familia porque:
- La familia de Job estaba bajo la protección de Dios. (Job. 1:10)
- Job era un modelo para su familia. (Job. 1:1)
- Job era un gran intercesor. (Ez. 14:14)
- Job oficiaba como sacerdote santificando y ofreciendo holocausto para bendecir a su familia. (Job 1:5)
Veamos brevemente estos detalles:
I.- LA FAMILIA DE JOB ESTABA BAJO LA PROTECCIÓN DE DIOS.
«¿No le has cercado a él y a su casa…?»
Job 1:10
Alrededor de Job y su casa había una cerca, un muro de protección que Satanás no podía penetrar.
Satanás nada pudo hacer hasta que Dios se lo permitió.
Solo Dios puede crear tal protección, pero nosotros debemos ser celosos en no dejar espacios abiertos a Satanás por los que él pueda penetrar.
(Deut. 7:26) contiene una tremenda advertencia:“no traerás cosa abominable a tu casa”
Si no somos cuidadosos en lo que hablamos, o vemos y escuchamos (libros, revistas, música, novelas, videojuegos, series, etc.) nosotros mismos permitimos que Satanás establezca “fortalezas”, “argumentos y altivez que se levantan contra el conocimiento de Dios”
(2 Cor. 10:4,5), haciendo nuestras familias vulnerables a sus ataques.
II.- JOB ERA UN MODELO PARA SU FAMILIA.
«Perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal»
Job. 1:1
Sabemos que él no era perfecto, sin pecado, (Job 9:20), pero tenía un testimonio intachable.
No había apariencia, ni hipocresía, ni engaño, sino un verdadero hombre de Dios viviendo conforme a la voluntad de Dios.
El arzobispo Tillotson (citado por J.C. Ryle en “Los deberes de los padres” hizo un sabio comentario cuando dijo:
«Dar a los niños una buena instrucción y un mal ejemplo es como hacerles señas con la cabeza para mostrarles el camino al cielo, mientras los tomamos de la mano y los guiamos por el camino al infierno «.
Formar espiritualmente a nuestros hijos es enseñar un estilo de vida, y esto se inspira y se modela.
Los primeros pasos de nuestros hijos en la vida cristiana lo harán por imitación, si después continúan por su propia convicción dependerá en gran parte del ejemplo que les demos.
Algunos de nosotros quizás hemos enfrentado la decepción por el mal ejemplo de algunos líderes espirituales que tenían el deber de guiarnos, y en lugar de eso, nos lastimaron.
Debemos evitar comentarios delante de nuestros hijos que desacrediten a otros líderes cristianos para que no desarrollen un espíritu de apatía contra los valores espirituales por los malos ejemplos que observan.
Contra viento y marea debemos ser constantes en buscar a Dios en todo tiempo.
No convierta la vida espiritual en algo ritual o simplemente religioso.
La vida espiritual es una forma de ser y se expresa en todo momento y lugar.
El fortalecimiento espiritual de nuestras familias debe comenzar por nosotros:“sed hacedores de la palabra…” (Stgo. 1:22).
III.- JOB ERA UN GRAN INTERCESOR.
“..si estuviesen en medio de ella estos tres varones, Noé, Daniel y Job..”
Ezequiel 14: 12-14
La Biblia no nos cuenta cómo oraba por su familia, pero Dios lo cita para confirmar el castigo sobre su pueblo; ni siquiera intercesores eficaces como Noé, Daniel y Job podrían impedir ese castigo.
¿Cómo está nuestro oficio de intercesor?
Si Dios tuviese que mencionar un gran intercesor, ¿mencionaría nuestro nombre?
Dutch Sheets en su libro La oración intercesora escribió:
“Nosotros, a través de las oraciones de intercesión confrontamos las potestades de las tinieblas, haciendo que se cumpla la victoria que Cristo conquistó cuando las confrontó en su obra intercesora.”
IV.- JOB OFICIABA COMO SACERDOTE SANTIFICANDO Y OFRECIENDO HOLOCAUSTO PARA BENDECIR A SU FAMILIA.
«..Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días»
Job. 1:5
Chris y Carmen Garner en el libro Matrimonios Fortalecidos dicen:
«El sacerdote guía a la gente a la presencia de Dios a través de la oración y la adoración.
Es la responsabilidad del esposo guiar a su familia espiritualmente.
Primero tiene que modelar una relación cercana con el Señor.
Después, él anima a su familia a caminar hacia esa dirección.
Como sacerdote, el esposo debe orar por y con su familia diariamente.
Él está para vivir una vida apartado para Dios; abiertamente adorando a Dios a través de la Palabra y la alabanza»
(Deut. 6:6-9) y (Prov. 22;6) entre otros pasajes nos recuerdan la responsabilidad que tenemos con los hijos, (Ef. 5:25-27) recuerda a los esposos la responsabilidad sacerdotal con respecto a las esposas.
La celebración del culto familiar es un recurso muy útil para lograr estos propósitos, alguien ha descrito así los beneficios de la realización del culto familiar:
1) Ponemos el fundamente ético y moral que guía a la familia.
2) Transmitimos fe y esperanza a nuestros hijos.
3) Enseñamos a nuestros hijos a confiar en Dios.
4) Creamos una costumbre que nunca se olvida.
5) Nos une como familia.
6) Sabemos acudir a Dios en medio de la crisis.
7) Es una contención para la familia en los momentos cruciales.
8) Nos enseña a dialogar como familia y a escucharnos unos a otros.
9) Nos muestra el camino al éxito duradero.
10) Nos enseña a disculpar el error y a pedir perdón cuando nos equivocamos.
Nuestros hijos necesitan que como familia tengamos una vida espiritual fuerte, constante, auténtica y llena de ilusión y alegría.
Porque ellos necesitan tener fe, esperanza y ánimo para encarar la vida por ellos mismos.
Imitemos a Job y propongámonos ser:
«UN GRAN DEFENSOR DE NUESTRA FAMILIA»
Por Rolando Muñiz-Bueno Díaz, Pastor de la Iglesia Bautista de Melena del Sur, y junto a su esposa, la Dra. Loida Eunice Entenza Reguera, Líderes del Ministerio de Familia de la Asociación Convención Bautista de Cuba Occidental (ACBCOcc)